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- El texto es largo, es una sintesis del programa politico de En Clave ROJA. Si alquien lo quiere tenemos copias en papel, solo hay que pedirlas.
RETOMEMOS EL CAMINO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL CORDOBAZO
Manifiesto de En Clave ROJA frente a la crisis capitalista
FRENTE A LA CRISIS CAPITALISTA RETOMEMOS EL CAMINO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL CORDOBAZO, ACABEMOS CON LA HERENCIA DE LA FRANJA MORADA
Una gran crisis, comparable a la depresión posterior al crack de 1929, ha comenzado en el corazón del sistema capitalista: los Estados Unidos. Las autoridades de EE.UU., los principales países de la Unión Europea y Japón, declaran que están en recesión. Los multimillonarios paquetes de rescate que votaron para evitar la quiebra y salvar a los grandes empresarios, a costa de mayores sufrimientos para los trabajadores y el pueblo pobre, se escurren como el agua entre los dedos.
Hoy “nacionalizan” bancos para evitar un colapso mayor. Países como Islandia se “argentinizan” y entran en default; las grandes multinacionales y empresas amenazan con despidos masivos. Este año, según la Organización Internacional del Trabajo, pueden llegar a 50.000.000 los nuevos desocupados en todo el mundo. El capitalismo no tiene más que penurias y pobreza para ofrecer a los trabajadores. Contra la utópica esperanza, alentada entre otros por Cristina Fernández, de que los países semicoloniales se “desacoplen” de la crisis de los países centrales, ya se ven en nuestro país los primeros efectos, con despidos, suspensiones, amenazas de quiebras, y también las primeras respuestas de los trabajadores y los sectores populares.
Son muchas las voces que pretenden reemplazar el “neoliberalismo” por medidas “keynesianas” de intervención estatal para “impulsar la demanda y mantener el empleo”. Saludan los planes “de estímulo” como el presupuesto propuesto por Obama (o las tibias medidas de Cristina para “alentar la producción” vía créditos al consumo), pero critican desilusionados los rescates multimillonarios a los bancos del mismo presidente afroamericano. Sin embargo es utópico querer conjurar una crisis brutal con tibias reformas. No se puede curar el cáncer del capitalismo con aspirinas. Lograrán, a lo sumo, posponer por un tiempo las grandes catástrofes que necesita el capitalismo para sobrevivir: quiebras, desempleo masivo, nuevas guerras y hambre. Recordemos que la “Gran Depresión” de la década del ´30 terminó, nada menos, que en una gran “intervención estatal” en la economía: la Segunda Guerra Mundial.
La crisis tira a la basura la inconmensurable cantidad de idioteces ideológicas que distribuyó la abrumadora mayoría de la academia en los últimos años. Hemos visto en las “Ciencias Económicas” los modelos matemáticos basados en “el mercado” como regulador del desarrollo armónico del capitalismo; las escuelas de Filosofía más renombradas afirmaron que vivíamos el fin de “los grandes relatos”, y descartaron toda posibilidad de revolución y superación del capitalismo. En Sociología, los “pensadores” con más publicidad fueron los que decretaron “el fin de la clase trabajadora” y que los asalariados pasaban a ser parte de los “excluidos”. Pero, ¿qué explicación pueden dar si reconocen que el desempleo se multiplicará en los próximos meses? ¿Serán “fantasmas” esos “no obreros”? No, lo único fantasmal son las ideas de la academia universitaria, que no resisten la gran crisis del capitalismo. Por haber difundido teorías como la del “fin del trabajo” las corrientes fundamentales de la academia son corresponsables de los ataques del capital contra los trabajadores, ya que colaboraron a minar su voluntad de lucha.
Desde En Clave ROJA queremos difundir un programa para que los trabajadores, junto al movimiento estudiantil y el pueblo pobre, se movilicen e impongan las medidas para no pagar esta crisis con más explotación y muerte. No existen más opciones frente a una crisis que los patrones descargan sobre el pueblo trabajador: o continuar con el movimiento estudiantil desmovilizado y despolitizado de la Franja Morada, y sus organizaciones burocratizadas, o retomar la senda del movimiento estudiantil combativo del Cordobazo, para que un sector importante de los estudiantes sea un aliado del movimiento obrero clasista. La gran mayoría de los centros y federaciones conducidos estos años por agrupaciones opositoras a la Franja, sean “independientes” (como La Bisagra en Córdoba) o partidistas (como el Frente 20 de diciembre en la FUBA integrado por el PO, el MST y el PCR), no han cambiado de raíz el movimiento estudiantil. La crisis exige un cambio radical.
COMENZÓ LA RESISTENCIA DE TRABAJADORES Y ESTUDIANTES
Los trabajadores y estudiantes del mundo ya han comenzado a resistir, aunque la velocidad de la crisis y las traiciones de los dirigentes vendidos de la clase obrera han permitido que ya sean millones los que perdieron sus trabajos. A pesar de esto, obreros ocupan fábricas ante amenazas de cierre, discutiendo en algunos casos la gestión obrera directa, retomando el ejemplo de los obreros de Cerámica Zanon de Neuquén. Estas experiencias se dieron en la fábrica Indugraf en Capital Federal, en Massuh en la Zona Sur del GBA, e incluso en Chicago y en la lejana Ucrania.
En Francia, Italia y Grecia los trabajadores protagonizaron huelgas generales. También en las colonias francesas Guadalupe, Martinica, La Reunión y Guayana, hubo movilizaciones y huelgas generales. En España los universitarios luchan contra el Plan Bolonia. En Grecia hubo revueltas juveniles y populares contra el gobierno derechista, que reprimió salvajemente matando a un joven. En Francia hay tomas de facultades, movilizaciones y coordinación nacional, que genera un gran dolor de cabeza a Sarkozy. Sintomáticamente, los estudiantes europeos se solidarizan con los pueblos oprimidos, tomando las causas de Gaza y el pueblo palestino, y la lucha en las colonias francesas. Numerosos periodistas y políticos hablan del terror de que los estudiantes retomen el camino del Mayo Francés.
El capitalismo en crisis, sin embargo, hará también que se desarrollen entre los trabajadores y sectores de las clases medias fenómenos reaccionarios como el nacionalismo o la xenofobia, difundidos por la clase dominante para “dividir y reinar”, aberraciones que debemos combatir con fuerza. Esto ya se empieza a ver en Europa, en la derecha movilizada de Bolivia, y en Venezuela, donde el movimiento estudiantil se opone por derecha a Chávez.
Apostamos a que la crisis capitalista, contra las tendencias reaccionarias, será partera de luchas de clases en las que se fogueará un nuevo movimiento estudiantil que salga a la calle codo a codo con los trabajadores, que pelee por universidades al servicio de los explotados y el pueblo pobre (y no para los explotadores), y por una transformación revolucionaria de la sociedad capitalista.
CRISTINA K Y LA OPOSICIÓN: DOS VARIANTES AL SERVICIO DE LOS EMPRESARIOS
Desde que la crisis comenzó a manifestarse Cristina ha garantizado subsidios a los empresarios que ganaron millones durante años, mientras chantajea a los trabajadores para que, a cambio de la “estabilidad laboral”, acepten rebajas salariales, suspensiones y mayor productividad. Así fue en luchas como las de General Motors y Paraná Metal, en las cuales Cristina veló por los intereses de los capitalistas. Además niega aumento de sueldos a los docentes que salen a la lucha en varias provincias.
Más allá de que sea festejado por sectores intelectuales como Carta Abierta, el discurso de los K no es más que un engaño: cacarean “por izquierda” pero vienen de pagar más de U$S 10.000 millones de deuda externa, conceden reclamos a las cámaras patronales del campo, y ¡hasta el gobierno de los EE.UU. elogia el escandaloso blanqueo de los fondos que fugaron los capitalistas!
El adelantamiento de las elecciones que el kirchnerismo llevó al Congreso es una muestra de la debilidad del gobierno frente a la crisis capitalista, pero los trabajadores y estudiantes no podemos pecar de ingenuos: esto puede significar que Cristina adelante también los ataques al pueblo trabajador, con una nueva devaluación, acuerdos con el FMI y otras medidas que gobierno y oposición coinciden en defender. En efecto, la oposición no se queda atrás: tanto el bloque Coalición Cívica-UCR-PS como el tándem duhaldista Macri - Solá - De Narváez, exigen otra devaluación para “reactivar” la industria “desactivando” el salario de los trabajadores. Además, son abanderados de endeudarse más aún con el FMI y terminar con las retenciones a los grandes terratenientes. Al igual que el gobierno, hablan con la voz de los grandes capitalistas.
Estos días la oposición patronal instala la reaccionaria agenda de “la inseguridad” con Susana Giménez, Marcelo Tinelli y otros lamentables voceros, diciendo que “a los delincuentes hay que matarlos a todos”, y lamentándose por vivir “en un country entre rejas”. Sólo personajes como éstos, que apoyaron la dictadura como “Susana” y que, como Tinelli, se llenaron de plata durante el menemismo, pueden hablar con tal desparpajo en defensa de la propiedad privada. Como si fuera poco, sostienen que “hay que terminar con las estupideces de los Derechos Humanos”, es decir que se oponen (¡incluso!) a la limitadísima política de DD.HH. de los Kirchner. Piden “pena de muerte” para los delincuentes, pero ni siquiera piden cárcel efectiva para los milicos genocidas, los 9 mil policías de la Bonaerense que estuvieron en funciones durante la dictadura y que hoy siguen en la fuerza, los curas abusadores y violadores de menores, los que secuestran mujeres en redes de trata ni los que utilizan discapacitados para ingresar autos en forma ilegal al país, porque Susana misma iría presa. Menos se les ocurre pedir trabajo, vivienda, salud y educación para los millones de pobres y desocupados que hay en el país. Esta campaña la foguean los medios de comunicación, la oposición patronal y sectores de las clases medias derechizadas, pero no solamente: el gobierno es responsable también cuando se jacta del “esfuerzo que hacemos para combatir la inseguridad”, y defiende a “la maldita policía” del gatillo fácil, los secuestradores de Julio López.
Ninguna de estas salidas capitalistas debe ser apoyada por los trabajadores y el movimiento estudiantil combativo. No tenemos que aceptar ese falso discurso de que la crisis “hay que pagarla entre todos”: es preciso levantar con fuerza las demandas para que la crisis la paguen los capitalistas nacionales e imperialistas. Ante la amenaza de despidos y suspensiones de efectivos o eventuales, tenemos que exigir la prohibición de los despidos y el reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores, sin rebajar el sueldo y con aumento de salarios según la inflación. Toda empresa que despida, o aduzca problemas económicos para garantizar el empleo a sus trabajadores, que sea ocupada, expropiada sin indemnización y puesta a producir por los trabajadores. Las discusiones entre “el campo” y el gobierno son para “redistribuir la riqueza”, pero entre distintos sectores de la clase capitalista, por eso hay que nacionalizar el comercio exterior y expropiar las grandes cerealeras, que especulan con los precios y amasan fortunas. Exigimos la expropiación de los grandes terratenientes, comenzando por los 1.000 que tienen más de 35.000.000 has. Hay que dejar de pagar la fraudulenta deuda externa que los K vienen honrando, nacionalizar la banca sin indemnización y bajo control de los trabajadores, y poner estos recursos al servicio de dar respuestas a las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre.
La oposición crítica al gobierno por corrupto, pero oculta que la corrupción no es atributo exclusivo del kirchnerismo sino un rasgo esencial de un sistema que se basa en la explotación de los trabajadores y la opresión de las amplias mayorías: el capitalismo. Solamente un Estado basado en la democracia de los productores de las riquezas, los trabajadores y el pueblo pobre, socializando los medios de producción, puede sentar las bases para acabar con la opresión capitalista, sus miserias y corrupciones.
NO SE PUEDE CURAR EL CÁNCER DEL CAPITALISMO CON “ASPIRINAS”
Hay organizaciones que critican a los K “desde la izquierda” pero no rompen con este esquema de apoyar políticas patronales. Pino Solanas y Claudio Lozano impulsan junto a la CTA la Constituyente Social, mientras mantienen la unidad con Eduardo Buzzi de la Federación Agraria, que clama por la devaluación y la rentabilidad de los patrones del campo junto a la Sociedad Rural. Estos sectores, incluso, reivindican a los “pequeños y medianos patrones”, pese a que los trabajadores saben que estos empresarios son los que más duramente atacan la estabilidad laboral y salarial cuando las papas queman.
Otras corrientes estudiantiles, como las relacionadas al Frente Popular Darío Santillán, La Mella de la UBA y el Andén de Córdoba integran -junto a sectores de la CTA- el espacio “Otro camino para superar la crisis”. En su declaración, proponen medidas parciales, algunas justas, pero no levantan la necesidad de expropiar a los terratenientes y a la gran patronal nacional y extranjera. Su programa queda limitado así a reformar el capitalismo. Esto es coherente con su confianza en los gobiernos “antineoliberales” de la región, como el de Venezuela. Hugo Chávez, aunque haya nacionalizado (con grandes indemnizaciones) algunas empresas, alienta el desarrollo de una burguesía “nacional”, sin embargo se niega a expropiar a las empresas que despidan e incluso su policía reprimió hace pocas semanas a los obreros de la Mitsubishi (asesinando a dos de ellos), que luchaban contra las tercerizaciones. Además ha declarado que las huelgas en las empresas del Estado serán consideradas como “sabotaje”, amenazando con militarizar el Metro de Caracas (cuyos trabajadores están en lucha en defensa de su convenio). Estos gobiernos, que en su discurso y en algunas medidas se ubican a la izquierda de los gobiernos de la región incluyendo los K, se niegan a atacar las bases de la explotación capitalista. A la vez que los defendemos de todo intento golpista del imperialismo y la derecha, decimos claramente que la confianza en ellos oculta un fuerte escepticismo del poder de movilización y autoorganización de las masas para enfrentar a los capitalistas, potencialidad que suplantan por la acción de ministros y las Fuerzas Armadas “populares”. No compartimos que agrupaciones que se dicen de izquierda se propongan salvar un sistema que, a nivel mundial, otra vez muestra que no tiene nada para ofrecer más que enormes sufrimientos para las masas.
Por otro lado, ¿a quién proponen esta salida? ¿A una clase capitalista “nacional” que demostró mil veces su parasitismo? No es tiempo de un programa resignado, a mitad de camino, sino de salidas de fondo. O los trabajadores, con los estudiantes combativos y el pueblo pobre son los que dan una salida a la crisis capitalista, o serán los capitalistas los que la impongan con desocupación, miseria y desgracias generalizadas. La disyuntiva, en definitiva, sigue siendo la que marcara la revolucionaria socialista Rosa Luxemburgo: o socialismo, o barbarie capitalista. O como diría el Che Guevara: revolución socialista o caricatura de revolución.
Ni hablar de corrientes como el MST y el PCR, que cruzaron la tranquera y apoyaron el lock out agrario junto a la Sociedad Rural. Hoy, incluso, el PCR se apresta a discutir políticas comunes con… ¡la Coalición Cívica de Carrió! El PCR ha llevado demasiado lejos esta política: Juan Carlos Alderete de la CCC, su referente más importante, participó del Congreso de la Franja Morada realizado hace pocos días en La Plata. Estas organizaciones se dicen de izquierda, pero dejan de lado la lucha por construir una política anticapitalista de los trabajadores, para ir detrás de sectores capitalistas o figurones de la centroizquierda. Desde En Clave ROJA queremos colaborar a construir una alternativa política a los falsos dilemas que nos plantean los capitalistas. Hace falta poner en pie una verdadera izquierda de los trabajadores, para que la clase trabajadora y sus luchadores puedan construir una salida socialista a la crisis de los capitalistas, peleando por un gobierno de los trabajadores.
FRENTE A LA CRISIS DE LA UNIVERSIDAD PARA LAS EMPRESAS, LUCHAR POR UNA UNIVERSIDAD AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES. ANULACIÓN DE LA LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR
La actual lucha de los estudiantes franceses ataca a uno de los avances más profundos del neoliberalismo sobre la universidad: la injerencia de las grandes empresas en el financiamiento y los planes de estudio. La política de financiamiento privado afecta a todas las universidades, incluyendo las argentinas. De la mano del desfinanciamiento estatal, la política de generación de “recursos propios” es promovida por las autoridades universitarias, y generalizada desde la sanción en 1995 de la menemista Ley de Educación Superior (LES) que los Kirchner mantienen vigente. Por poner el ejemplo de la UBA, los recursos creados por la venta de servicios a empresas llegan al 40% del presupuesto público, y en algunas facultades lo duplican y hasta triplican. Las universidades argentinas, en gran medida, hoy están bajo los arbitrios de grupos privados capitalistas.
Hay que acabar con el sometimiento de las universidades a las grandes empresas, empezando por tirar abajo la LES y anular los convenios de universidades y facultades con capitalistas. Abajo la CONEAU y la acreditación ante organismos creados por la neoliberal LES: ¡basta de intromisión privada y gubernamental en las universidades! Tenemos que acabar con el financiamiento privado de las universidades públicas, exigiendo la triplicación del presupuesto estatal. Basta de cupos, aranceles, y filtros en el ingreso.
TRIPLICACIÓN DEL PRESUPUESTO EDUCATIVO, BECAS MASIVAS PARA LOS HIJOS DE LOS TRABAJADORES Y LOS SECTORES EMPOBRECIDOS
Más allá de las mentiras del INDEC de Guillermo “Dibujo” Moreno, la inflación fue corroyendo el ya muy insuficiente presupuesto universitario. Este año, todo indica que el gobierno de Cristina lo mantendrá congelado. Los salarios de los docentes y no docentes siguen paralizados, lo mismo que las inversiones en edificios. Ni hablar de los miles de docentes ad honorem (que no cobran ni un peso por su labor), además de los cientos de trabajadores no docentes contratados y pasantes que cobran salarios de miseria y trabajan en condiciones de extrema precariedad. Con la profundización de la crisis, van a ser cada vez más los estudiantes que por problemas económicos tengan que dejar sus estudios, lo que incrementará aún más el nivel de deserción y la elitización de la universidad. Cuando cínicamente los gobernantes dicen que “no hay plata”, los estudiantes y trabajadores de la universidad tenemos que decir: ¡Nosotros sabemos de dónde sacar plata, para cumplir las demandas de la universidad, sin afectar el bolsillo del pueblo trabajador! Ninguna Ley de Financiamiento Educativo (a cuentagotas): exigimos aumento del presupuesto educativo bajo control estudiantil, docente y no docente, sobre la base del NO pago de la deuda externa, el quite de subsidios a la educación privada y la expropiación de los grandes bancos, los terratenientes, las cerealeras y las privatizadas. ¡Que se nacionalice la banca, y ahí vamos a tener una presupuesto para educación! Basta de financiar a las grandes empresas de transporte, que reciben un suculento subsidio estatal que asciende a $ 770 millones de pesos, mientras aumentan el boleto con el visto bueno del gobierno. Estas medidas no solamente permitirían financiar la universidad, sino también un sistema educativo que desde la escuela misma rompa con el elitismo actual, que segrega a los hijos de los trabajadores y los pobres. Exigimos becas de estudio masivas para que los hijos del pueblo trabajador puedan terminar la escuela y estudiar en las universidades, derecho que hoy no existe; reclamamos también un boleto estudiantil universal y gratuito, para todos los niveles de la enseñanza pública.
Así como los docentes primarios y secundarios de varias provincias han comenzado la lucha, está planteado que la CONADU y la CONADU (H), la FATUN y las federaciones estudiantiles preparen un plan de lucha unificado, y una movilización nacional para hacer sentir los reclamos de la universidad. Solamente con la movilización masiva de estudiantes y docentes vamos a conquistar nuestros reclamos. Pero la mejor manera de defenderlos es luchando simultáneamente por romper el elitismo actual de una universidad dominada por los grandes monopolios, alejada de las necesidades del pueblo trabajador y que da la espalda a los hijos de los trabajadores.
ABAJO LAS CAMARILLAS SERVILES A LOS CAPITALISTAS. DEMOCRATIZACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES: COGOBIERNO CON MAYORÍA ESTUDIANTIL, CLAUSTRO ÚNICO DOCENTE Y VOTO PARA LOS NO DOCENTES
Las universidades se encuentran dominadas por una oligarquía estamental de profesores radicales y peronistas que administran la penetración de los capitalistas en las universidades y garantizan la postración intelectual frente a ellos. Los estatutos de las universidades defienden órganos de gobierno con mayoría (absoluta, generalmente) para el claustro de profesores, relegando a las mayorías estudiantiles, el sector históricamente más combativo, a una minoría subordinada, convirtiendo en “ciudadanos de segunda” a los mal llamados auxiliares docentes y privando de derechos políticos a los trabajadores no docentes. Así se garantiza el pensamiento único mediante el manejo de los concursos, el bloqueo de las cátedras paralelas, etc., y, sobre todo, por esa vía, una casta corrompida aplica las normativas neoliberales de la LES.
La lucha contra este régimen oligárquico tuvo resonantes capítulos en el rechazo a la candidatura de Atilio Alterini en 2006 en la UBA, y en conflictos en Comahue, Rosario, La Plata y la Universidad de la Patagonia. El proceso más masivo y contundente se dio en la carrera de Sociología de la UBA en 2002, cuando un movimiento, mayoritario entre los estudiantes y con apoyo en sectores de docentes, impulsó la elección directa del director, con voto igualitario (una persona = un voto), resultando electo Christian Castillo, docente y dirigente del PTS. Fue un gran proceso de democratización que se propuso una transformación ideológica y política de la carrera, a pesar de contar con el rechazo por igual de las camarillas oligárquicas neoliberales y progresistas. Hoy tenemos que retomar este ejemplo, luchando por la democratización de las carreras, facultades y universidades, imponiendo la mayoría estudiantil en los órganos de gobierno, el claustro único docente y el voto para los no docentes, así como cátedras paralelas y libertad de cátedra para superar la “falsa pluralidad ideológica actual”.
Desde En Clave ROJA nos oponemos a la existencia de cargos ejecutivos como los rectores, los directores y decanos, en particular si existen consejos con mayoría estudiantil, claustro único y voto de los no docentes, es decir órganos democráticos en donde estén representados todos los sectores de la universidad. Sin embargo, mientras existan los cargos de decanos y directores y al mismo tiempo que peleamos por un cogobierno como señalamos, la elección de los mismos no puede hacerse mediante el mecanismo indirecto, sino que debe ser por elección directa, con el criterio “una persona = un voto”, siendo revocables por asamblea y subordinados a los mandatos de la misma. Los centros de estudiantes en cuanto tales deben levantar estas demandas y exigir a los consejos directivos y superiores que se adopten en todos lados.
Proponemos además que se hagan convenios o pactos de colaboración con organizaciones obreras y movimientos sociales. Basta de que la universidad haga las veces de “departamento de empleo precario”, ofreciendo mano de obra barata a las empresas con pasantías ultraprecarizadas: todo trabajo que haga un estudiante debe recibir como mínimo el salario y convenio del gremio en cuestión, respetando el régimen “part-time” para poder estudiar, y garantizando estabilidad laboral una vez finalizado el convenio. Lejos de establecer acuerdos para favorecer las ganancias capitalistas, la universidad puede poner sus recursos, investigaciones y profesionales a disposición de los trabajadores y el pueblo pobre, estableciendo convenios con fábricas recuperadas por los trabajadores y colaborando a la solución de los problemas más acuciantes del pueblo trabajador. En vez de ingenieros cuya expectativa sea trabajar para empresas como Techint, o planificar el desmonte, éstos podrían colaborar para evitar “catástrofes” previsibles como la de Tartagal, generadas por la voracidad capitalista.
Las facultades de Medicina y Bioquímica, hoy subordinadas a los grandes laboratorios como Roche, Bagó, etc., podrían producir medicamentos gratuitos masivos, para paliar las enfermedades y epidemias. Las facultades humanísticas, en lugar de dedicarse a los estudios de mercado para los políticos patronales y las empresas, podrían elaborar (junto a organizaciones obreras) investigaciones que demuestren estadísticamente el avance de la pobreza y la desocupación, y sustentar un plan de obras públicas para atacar el desempleo y la destrucción de la salud y la educación públicas. ¡Cuán útil sería para todos los trabajadores, por ejemplo, si todas las carreras de Sociología y Economía elaboraran un índice real de inflación junto con los trabajadores del INDEC!
IMPULSAR LA LUCHA IDEOLÓGICA DESDE LOS CENTROS Y LAS FEDERACIONES. PONER AL MARXISMO A LA OFENSIVA
Las universidades son sitios privilegiados para la disputa con las ideas de la clase dominante. Desde En Clave ROJA hemos considerado la lucha ideológica como una de las tareas de mayor jerarquía. Con el impulso de la Cátedra Libre Karl Marx desde 1997, con las revistas de debate teórico y político que publica nuestra agrupación, con la colaboración con el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx y con la difusión de las revistas Lucha de Clases y Estrategia Internacional, hemos aportado a poner las ideas del marxismo a la ofensiva, renovándolas al calor de nuevas discusiones ideológicas y políticas y combatiendo al posmodernismo, el conformismo y el academicismo dominante en las aulas. Lamentablemente, otras corrientes de la izquierda no han dado importancia a la lucha ideológica, y muchas organizaciones independientes caen en un eclecticismo academicista. Hoy, cuando la crisis capitalista comienza a demoler los preceptos ideológicos que el capitalismo colocó como sentidos comunes de época, esta tarea cobra para nosotros un vigor reforzado, ya que nos proponemos desde el marxismo superar las “falsas verdades” que la academia entronó.
Los centros y las federaciones no deben reducirse a meras organizaciones gremiales, sino que al calor de la crisis tienen planteado difundir ampliamente ideas anticapitalistas, romper la separación entre la “vida académica” y los debates políticos de pequeños sectores del movimiento estudiantil mediante revistas de amplia difusión entre los estudiantes y docentes, organización de grandes debates, jornadas, congresos. En estos distintos ámbitos, todas las agrupaciones deberían expresar, por ejemplo, sus visiones sobre la crisis capitalista y los desafíos que conlleva para el movimiento estudiantil y la clase trabajadora. Esto, junto a la publicación de libros de autores clásicos del marxismo y de otras teorías para la transformación social, puede ayudar a construir un movimiento estudiantil crítico e interesado en la política.
A 40 AÑOS DEL CORDOBAZO SE HACE MAS CONCRETA LA NECESIDAD Y LA POSIBILIDAD DE LA UNIDAD OBRERO ESTUDIANTIL PARA ENFRENTAR LA CRISIS CAPITALISTA
En el 40° aniversario del Cordobazo y el Rosariazo se reactualiza la necesidad de construir un movimiento estudiantil que sea aliado de la clase trabajadora. Hoy en Argentina hay más de un millón de estudiantes en las universidades públicas. Si tan solo un sector de éstos se movilizara con los trabajadores y planteara a viva voz “que no descarguen la crisis sobre el salario y el empleo de la clase trabajadora, ni sobre la salud y educación del pueblo, sino sobre los bolsillos de los empresarios y terratenientes”, la tortilla comenzaría a darse vuelta. No apostamos a una mera solidaridad de los estudiantes con los trabajadores, sino a soldar una alianza estratégica que hace cuarenta años logró conmover los cimientos del país, hiriendo de muerte a la dictadura de Onganía, y que hoy podría ayudar a poner en las calles el enorme peso social de los trabajadores, en alianza con los estudiantes y sectores populares, derrotando a los capitalistas. La unidad obrero estudiantil no es una pieza de museo, sino que comienza a ser una necesidad para la lucha de la clase obrera.
Desde En Clave ROJA reforzaremos la política de ligar nuestra corriente a la organización de los trabajadores. En las luchas obreras las burocracias sindicales actúan como agentes patronales y gubernamentales, aceptando el chantaje de “mantener el trabajo, entregando salario y condiciones de trabajo”. Sin embargo, existe otro tipo de organizaciones combativas y democráticas. En Córdoba, mientras el SMATA aceptó el pacto de suspensiones y despidos encubiertos con la patronal, los jóvenes contratados salieron a la lucha, mientras que delegados combativos de IVECO, con el aval de la asamblea, rechazaron el acuerdo del sindicato con la empresa. En el Subte de Capital, por otro lado, existe un cuerpo de delegados combativo, que funciona en base a las asambleas de los trabajadores y viene impulsando la creación de un sindicato propio, contra la burocracia de la UTA, el gobierno, y la empresa Metrovías.
Los militantes independientes y del PTS que conformamos En Clave ROJA nos sentimos parte de esta lucha, por lo que en todo el país estamos yendo junto al Centro de Profesionales de los Derechos Humanos (CEPRODH) a las puertas de las fábricas y establecimientos laborales a discutir con los trabajadores, y proponer la elección de delegados en todas las empresas, para enfrentar organizados los ataques que se vienen. Las organizaciones dirigidas en todo el país por corrientes de izquierda e independientes opositoras a la Franja Morada, como la FUBA y 7 centros de la UBA, la FULP y 9 centros de La Plata, y varios más en Rosario, Córdoba, Neuquén, Bahía Blanca y el resto del país, podrían jugar un importante rol poniéndose al servicio de estas luchas y estos procesos de organización, yendo a las fábricas y establecimientos a impulsar la organización independiente y la elección de delegados. También difundiendo todos los conflictos, movilizándose a su favor, impulsando los fondos de huelga, poniendo en pie comisiones de solidaridad en las facultades y estableciendo convenios de colaboración de los centros con las organizaciones de trabajadores democráticas y combativas, en el camino de una gran alianza entre las universidades y la clase trabajadora.
NECESITAMOS ENTERRAR LA TRADICIÓN DE LA FRANJA, CONSTRUYENDO CENTROS Y FEDERACIONES DEMOCRÁTICOS Y COMBATIVOS
No somos ingenuos, y sabemos que retomar la huella del Cordobazo implica superar definitivamente el modelo de movimiento estudiantil de la Franja Morada. Los radicales moldearon organizaciones vacías de participación y burocratizadas, que son meras extensiones del poder de las camarillas profesorales.
Queremos decirlo claramente: construir centros y federaciones democráticos y participativos, para organizar un masivo movimiento estudiantil unido a los trabajadores y enfrentado al gobierno, los capitalistas y el imperialismo, implica tirar por la borda todo el legado de los radicales que distintas corrientes de izquierda han mantenido en los centros y federaciones “recuperados” al conservar el burocratismo de las organizaciones vacías de la Franja Morada. El caso emblemático de esta política es la FUBA.
Desde el 28 de diciembre de 2001, cuando un frente entre el PO, el MST, Venceremos-SUR y la agrupación centroizquierdista independiente TNT ganó la conducción de la FUBA a la Franja Morada, estas corrientes (luego se fueron TNT y Venceremos, y se agregó la CEPA-PCR) han sido enemigas de democratizar la Federación. Por el contrario, han tenido un discurso combativo pero no modificaron en lo sustancial los métodos burocráticos de la Franja Morada. Ejemplos que demuestran esto, lamentablemente, sobran. Desde 2001, los congresos de la FUBA han sido casi exclusivamente en épocas de vacaciones, impidiendo así la participación estudiantil. En conflictos estudiantiles, como por ejemplo en la lucha del 2005 en apoyo a los paros docentes, la conducción de la FUBA se opuso a impulsar asambleas Interfacultades, cuestión que se logró por la perseverancia de un importante activismo, y de agrupaciones como En Clave ROJA. Además, estas corrientes heredaron la concepción de la Franja Morada de que la clave de las organizaciones es la administración de la secretaría de apuntes, y han calcado la política morada de poner decenas de militantes rentados en los bares y fotocopiadoras.
Esta concepción burocrática y conservadora de los compañeros del PO, el MST y el PCR, ha llevado a que las organizaciones estudiantiles hayan tenido un rol pasivo frente a los avances neoliberales. Por poner otro ejemplo, el Centro de Psicología de la UBA, conducido desde hace más de 7 años por un frente entre el PO y El Brote (hasta hace pocos meses junto al MST), muchas veces no impulsa ninguna asamblea en todo el año y ha sido totalmente impotente para enfrentar ataques como la privatización de los posgrados. Es decir que las corrientes de la izquierda no se han propuesto organizar en los centros y la FUBA ni siquiera a una fracción de los estudiantes que votan a la izquierda, que son decenas de miles a nivel nacional, incluso solamente en la UBA. No se puede tener doble discurso: luchar por un movimiento estudiantil masivo, exige terminar con esta política.
Desde el surgimiento de nuestra agrupación hemos sido impulsores incondicionales de organizaciones democráticas de los estudiantes contra el burocratismo de la Franja. Así lo hicimos en la lucha de 1995 contra la LES, en 1999 contra el recorte de Menem, proceso en el cual surgieron asambleas en varias facultades y universidades, e Interfacultades contra la inmovilidad de la Franja Morada; en 2005 impulsamos con un importante activismo la exigencia de que la FUBA (dirigida por el Frente 20 de diciembre) funcionara en base a Interfacultades, cuestión que la conducción de la FUBA aceptó con reticencias. En todos estos conflictos también dimos pelea para que existieran encuentros nacionales de estudiantes, como el del 95 en Córdoba, el encuentro nacional Interfacultades en el año 1999, y en el 2005 contra la LES, instancias siempre boicoteadas por la CEPA-PCR.
La política burocrática del PCR no es casual ni cae del cielo. Históricamente se opusieron a luchar contra la Franja Morada peleando por centros y federaciones democráticas. Hoy el escandaloso apoyo del la CEPA-PCR a los reclamos de la Sociedad Rural y las patronales agrarias, que quieren eliminar las retenciones para llenarse de plata y explotar más aun a los peones rurales, y el coqueteo de esta corriente con la oposición radical, ha llevado que el propio Juan Carlos Alderete participe y salude al Congreso Nacional de la Franja Morada, que se reunió en La Plata. Evidentemente con la política del PCR no se construye un movimiento estudiantil independiente del gobierno y la oposición sojera. Llamamos a los compañeros del PO y de las corrientes que integran el Frente Popular Darío Santillán a rever sus alianzas con el PCR.
Durante los años en que fuimos parte de la presidencia del Centro de Sociales de la UBA, luchamos para que éste funcione en base a asambleas y comisiones. Hoy, como parte de la conducción del centro de Filosofía y Letras de la UBA, el centro de Humanidades de Bahía Blanca, los centros de Bellas Artes y Periodismo de la Plata y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Luján, así como de la conducción de la FULP y en todos los centros en los que estamos, esta tarea cobra para nosotros una gran importancia.
Necesitamos centros democráticos y para la lucha, independientes de los distintos sectores de los capitalistas, y de los decanos y rectores. Es inadmisible que corrientes que se dicen de izquierda apoyen y sean parte, a través de secretarios y subsecretarios, de las gestiones de decanos kirchneristas, como hacen o hicieron el PCR, el MST y el PO, por lo que los llamamos a terminar con esa política, que los hace cómplices de las acciones de un sector de las camarillas. Hay que terminar con el modelo de centros reducidos a la “secretaría de publicaciones”: los centros tienen que funcionar con asambleas, comisiones de trabajo abiertas y cuerpos de de delegados por curso, para impulsar todo tipo de participación posible, terminando con el burocratismo. Basta de federaciones vacías: las federaciones deben funcionar en base a congresos abiertos en épocas de clases, con asambleas previas en las facultades.
Los centros tienen que luchar para que las universidades garanticen apuntes al costo, y gratuitos para los estudiantes que lo necesiten, además de becas de estudio para los hijos de los trabajadores, que hoy no tienen acceso a la educación superior. En el camino, que ningún militante rentado ocupe el puesto de los becarios en apuntes de los centros y las federaciones: sorteo del 100% de los puestos de trabajo de la secretaría de publicaciones, ejerciendo un control democrático desde la asamblea, que debe ser asimismo la que discuta el destino de los fondos de apuntes. Es momento de dejar de lado toda política conservadora de las organizaciones “heredadas” de la Franja Morada, y construir organizaciones democráticas, combativas, militantes.
UN MOVIMIENTO ESTUDIANTIL QUE LUCHE POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Si el capitalismo demuestra no tener nada más que miserias para ofrecernos, las mujeres son las que más brutalmente lo sufren. Sólo por ser mujeres, millones son víctimas de diversas formas de violencia, de la ausencia de educación sexual en los colegios y de anticoncepción gratuita en los hospitales públicos. Mientras el aborto clandestino mata a más de 500 mujeres cada año y son centenares las víctimas de las redes de trata. Las mujeres trabajadoras, por otra parte, reciben los peores salarios, y sufren más aún la precarización laboral, siendo explotadas doblemente, como mujeres y como obreras. No existen guarderías en los lugares de estudio y trabajo. En las universidades, además, aunque las mujeres son mayoría como estudiantes, son una minoría entre las autoridades y entre los titulares de cátedra. Cuando la crisis golpea como ahora, sin embargo, las mujeres sienten primero y doblemente sus consecuencias.
Pero así como las mujeres son las que más sufren la explotación y opresión, muchas veces son las que enfrentan esta realidad con más firmeza. La agrupación En Clave ROJA apoya a las compañeras de Pan y Rosas que están organizando una gran agrupación en todas las universidades del país, en las fábricas, en los barrios, para ponerse de pie y enfrentar la crisis, y para luchar por los derechos de las mujeres, banderas con las cuales nos movilizamos este 8 marzo más de 1.500 compañeras en todo el país, además de hacer un masivo acto de Pan y Rosas en Capital.
Desde hace años junto a las compañeras de Pan y Rosas venimos dando la pelea en las distintas facultades para que los centros y las federaciones tomen en sus manos la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, la libertad a Romina Tejerina, la absolución definitiva de Elizabeth Díaz, el cese de la violencia contra las mujeres, el desmantelamiento de las redes de trata y prostitución y los derechos de las mujeres trabajadoras, y nos organizamos para viajar a los Encuentros Nacionales de Mujeres, además de reclamar guarderías en los lugares de trabajo y de estudio. También damos “batalla” en el terreno de las ideas con nuestros libros, cursos y publicaciones, para dar una visión marxista sobre el problema de la opresión de las mujeres.
Desde las Secretarías de la Mujer de Psicología y de Sociales de la UBA, la Secretaría de la Mujer del Centro de Estudiantes del Joaquín V. González y del Centro de Estudiantes de Bellas Artes de La Plata, la Secretaría de Derechos Humanos y de la Mujer de la Facultad de Filosofía y Humanidades de Córdoba, la Secretaría de la Mujer del Centro de Estudiantes de Bellas Artes y la Secretaría de Género del Centro de Estudiantes de Humanidades de la Universidad Nacional de Comahue, entre otras, llamamos a todos los centros y federaciones a que tomen esta lucha como propia.
SUMATE A EN CLAVE ROJA
Te invitamos a que seas parte de nuestra agrupación En Clave ROJA para luchar por un movimiento estudiantil de pie frente a la crisis que los capitalistas generaron y que quieren descargar sobre los trabajadores y el pueblo. Peleamos por centros y federaciones democráticos y participativos, con asambleas, comisiones y cuerpos de delegados, para luchar masivamente por presupuesto, democratización, y por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Queremos organizarnos para acabar con la impunidad de los milicos y colaboradores civiles de la dictadura, logrando la cárcel efectiva, y exigir la aparición con vida de Julio López. Luchamos por poner en pie un movimiento estudiantil que retome la senda del Cordobazo, uniéndose en las calles con los trabajadores, contra el gobierno y para enfrentar a los grandes empresarios y al imperialismo, luchando por un gobierno de los trabajadores basado en la autoorganización democrática de los explotados y oprimidos. Queremos seguir a la cabeza de la lucha del marxismo contra las ideas de la clase dominante, y la intelectualidad servil y resignada de la academia, colaborando para poner en pie junto a los obreros revolucionarios una herramienta para preparar el triunfo contra los capitalistas y su Estado: un partido revolucionario. Nuestras agrupaciones están integradas por compañeros y compañeras independientes y militantes del PTS.
En Clave ROJA UBA - En Clave ROJA U N La Plata - En Clave ROJA U N Rosario - En Clave ROJA U N Comahue - En Clave ROJA U N de Cuyo - En Clave ROJA U N Jujuy - En Clave ROJA U N La Pampa - En Clave ROJA U N Mar del Plata - En Clave ROJA U N Quilmes - En Clave ROJA U N San Martín - En Clave ROJA UTN Córdoba y Capital Federal - En Clave ROJA y Tesis XI U N Córdoba - Tesis XI U N del SUR (Bahía Blanca) - Tesis XI U N NOBA (Junín) - Oveja Negra U N Tucumán - Oktubre U N Gral. Sarmiento - Avanzada U N Lujan - Contraimagen IUNA
De la crítica de la universidad de clase, al cuestionamiento de la sociedad de clases