Fuera la UIA de la UTN!
El miércoles 9/6 Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina viene a la UTN a firmar un convenio con el decano Guillermo Oliveto, en el marco de unas jornadas de discusión sobre el bicentenario junto a representantes del gobierno y la CGT.
La UIA fue una de las impulsoras, junto a la Sociedad Rural y otras federaciones patronales, del golpe de estado de 1976, que descabezo las organizaciones obreras y estudiantiles, secuestrando miles de compañeros, entre ellos más de 200 de la UTN. El objetivo fue la implementación de un modelo económico a la medida de los EEUU y el FMI, el “neoliberalismo”, luego consolidado en el gobierno de Menem.
Las empresas no vienen a la UTN a colaborar con la educación pública, sino a generar lazos de dependencia económica con la universidad. La injerencia del capital privado en las universidades se traduce en carreras completamente amoldadas a sus intereses. Casualmente este domingo el monopólico diario Clarín reflejó como en la UTN empresarios privados, el gobierno y las camarillas locales "Usan las universidades para hacer negocios y ocultar contratos"[1].
La presencia de la UIA en la UTN es más de lo mismo. Mientras en nuestro país las mayorías populares sufren de necesidades básicas absurdamente insatisfechas como salud, educación, falta de vivienda, transporte, etc., la ingeniería está orientada a aumentar las ganancias de las grandes empresas y no para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Ningún convenio firmado entre las camarillas que se enriquecen a costa de la UTN, ni de las empresas, va en función de dar respuesta desde la ingeniería a las profundas problemáticas sociales. Mucho menos de uno firmado por Méndez, que afirma que "Solo hay que pedir aumentos salariales cuando hay hambre"[2]
El extraño mundo K y el "Efecto 35"
También están invitados al debate panelistas más cercanos al gobierno, como el secretario de industria Eduardo Bianchi y el secretario de política económica Roberto Feletti. Para los representantes del gobierno, la galopante inflación no es preocupante. Tampoco les preocupa el 40% de trabajado está en negro o el 70% de asalariados que cobra menos de $2000 por mes. Mientras Kirchner destina miles de millones de dólares al pago de una deuda externa fraudulenta, adquirida por empresarios (como los que se agrupan en la UIA) durante la dictadura y posteriormente estatizada, el presupuesto para educación y salud es miserable. Y presentan como una gesta "nacional y popular" los míseros $180 que reciben los beneficiarios de la asignación universal por hijo.
Pero algo surge a la izquierda del peronismo. Los trabajadores de Kraft-Terrabusi marcaron el camino, iniciando una heroica lucha por la reincorporación de 160 despedidos que desemboco en el surgimiento de oposiciones anti burocráticas en todo el gremio y posteriormente en la reapertura de las paritarias nacionales, obteniendo así un 35% de aumento y extendiéndose a otros 15 gremios como el de los curtidores que lograron un 49%. En esa lucha, el apoyo de sectores del movimiento estudiantil fue clave para rodear de solidaridad y fortalecer el reclamo. Aterrados, los voceros de las grandes empresas vociferaron la vuelta de la unidad obrero-estudiantil.
Mientras resistíamos junto a los trabajadores de Kraft, el gobierno reprimía a pedido de la COPAL, la UIA y la Embajada de EEUU. La burocracia sindical de la CGT abandono a los trabajadores en lucha y demostró su fidelidad a los intereses de los empresarios.
Fuera las empresas de la UTN!
Para terminar con los negociados, es necesario recuperar las organizaciones estudiantiles, sistemáticamente vaciadas de contenido por la burocracia estudiantil de la Franja Morada, que intencionalmente redujo los centros de estudiantes a bares y fotocopiadoras. Organizarnos y repudiar la injerencia del capital privado en la educación pública (como forma encubierta de la privatización) implica necesariamente repudiar todos los convenios entre las universidades y empresas privadas, que en la mayoría de los no son más que subcontrataciones realizadas para saltear licitaciones públicas y conseguir jugosos negocios con el estado. Para terminar con la injerencia de las empresas es urgente luchar por la triplicación del presupuesto universitario en base al no pago de la deuda externa y porque los convenios por el estado sean realizados bajo decisión y supervisión de comisiones elegidas democráticamente entre estudiantes, docentes y no docentes, para garantizar que estos tengan como objetivo solucionar problemáticas sociales y no intereses de lucro privados.
[1]
http://www.clarin.com/zona/ Usan-universidades-negocios- ocultar-contratos_0_275372697. html
[2]
http://www.lanacion.com.ar/ herramientas/solo-texto/Nota. asp?nota_id=1270721
Agrupacion EnClaveROJA-UTN
Secretaria de Relacion Obrero-Estudiantil del CEIT
Secretaria de Derechos Humanos del CEIT
soeutn@gmail.com