La presidenta argentina y su par uruguayo, José “Pepe” Mujica, celebraron la armonía de la relación bilateral
Una amistad que se relanza sobre rieles
Cristina Fernández de Kirchner le dijo a Mujica que su presencia en la Rosada “significa la reconstrucción definitiva de la amistad con este pueblo”. El presidente uruguayo anunció que a fin de mes un tren unirá los dos países.
Por Nicolás Lantos
José “Pepe” Mujica y Cristina Fernández de Kirchner conversaron ayer en la Rosada.
La Argentina y Uruguay dejaron atrás definitivamente los conflictos que rigieron la relación entre ambos países durante buena parte de la década pasada. Esa es la conclusión que se desprende del encuentro que mantuvieron ayer en Buenos Aires la presidenta Cristina Fernández y su par José Mujica, respaldados por sus respectivos gabinetes a pleno, en el que se firmaron once convenios bilaterales con el objetivo de profundizar la integración binacional y la cooperación en términos políticos, económicos, sociales y culturales. Entre las noticias más destacadas, el mandatario uruguayo anunció que antes de fin de mes comenzará a correr por primera vez en más de tres décadas un tren que cruce el río uniendo los dos países, y se conformó una comisión binacional que promoverá la candidatura de los dos países para alojar la Copa Mundial de Fútbol de 2030.
“Hemos trazado como norte la política del buen vecino, por considerarla la más favorable a nuestros intereses. Demasiadas décadas hemos vivido de espaldas, los unos con los otros, en América latina, siempre mirando hacia Europa; va llegando la hora de darnos cuenta de que nuestra suerte se juega con nuestros vecinos, que salimos con nuestros vecinos o no salimos”, proclamó Mujica ayer en la Casa Rosada. Cristina, por su parte, destacó: “Tenemos una tierra maravillosa que produce lo que el mundo demanda, alimentos, y una tierra libre de conflictividades. Tenemos el inmenso desafío de poder asegurarles a las futuras generaciones hacer los cimientos de una región más igualitaria”.
La presidenta argentina recibió al mandatario uruguayo cerca de las once y media de la mañana en el Salón de los Pintores del Bicentenario de la Casa Rosada y, tras un breve encuentro a solas en el despacho de Cristina Fernández, compartieron un almuerzo en el que estuvieron acompañados por sus gabinetes, para finalmente encabezar un acto en el Salón de las Mujeres, en el que rubricaron los acuerdos alcanzados. Previamente se había pasado revista al cumplimiento de los compromisos asumidos en junio, cuando ambos coincidieron en el Parque Anchorena, la residencia de descanso de los mandatarios uruguayos.
“Quiero salir un poco del protocolo y decir, y decirte, Pepe, que tu presencia aquí significa la reconstrucción definitiva de la amistad con este pueblo”, dijo en este marco Cristina Fernández, ya que el conflicto por la instalación de pasteras en la margen oriental del río Uruguay había marcado las relaciones bilaterales durante buena parte de la primera década de este siglo. Las relaciones venían enderezándose desde la asunción de Mujica en reemplazo de Tabaré Vázquez, quien había sostenido fuertes diferencias con Néstor Kirchner. Ayer, fuentes de ambas delegaciones coincidían en que ya están “totalmente normalizadas”.
La noticia más importante de la jornada la anunció el visitante: “Dentro de unos días va a cruzar un ferrocarril” entre las localidades de Concordia y Salto, el primero en 30 años en transportar pasajeros entre los dos países. El servicio comenzará a funcionar el 29 de agosto. “No quería pronunciar lo del ferrocarril porque estamos en veda electoral, si no, me hubieran denunciado; pero lo dijo él, que es el presidente de Uruguay”, bromeó la mandataria argentina.
Además se firmaron once acuerdos bilaterales, entre los que se destacan el acta constitutiva del Consejo Empresarial Argentino-Uruguayo, que buscará fortalecer los vínculos comerciales; el acta constitutiva de la Comisión Binacional para promover la candidatura y organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030, año en que se cumple un siglo desde el primer torneo, que se celebró justamente en Uruguay; la creación de un consorcio para la distribución de gas licuado en ambas márgenes del Río de la Plata y otro para su regasificación; se rubricaron convenios de cooperación y asistencia sobre temas de geología y minería y otro sobre políticas sociales; se firmó un memorando de entendimiento en agricultura y dos acuerdos operativos sobre tránsito vecinal fronterizo y control migratorio integrado.
“Vendremos todas las veces que haya que venir a la Argentina” porque “no es con las políticas de pecheras, no es con los reclamos airados” que se obtienen resultados, sino “con políticas de negociación, escalón a escalón, y con paciencia infinita”, destacó Mujica, que calificó como “interminable” la agenda de negociaciones posibles. En respuesta, CFK ponderó “el valor de la asociación, de ser socios, que supone un ganar–ganar para las dos partes”, y recordó a los “cientos de miles de uruguayos que viven en nuestro país” y los “muchísimos argentinos que viven aunque sea transitoriamente en el Uruguay” y que, a pesar de las distancias políticas, pudieron continuar con sus vidas a ambos lados del río.
También hubo coincidencias en el aspecto de políticas económicas para la región: “Nuestro gran mercado son los pobres de América latina”, sostuvo Mujica, a tono con la postura que sostuvo la Argentina en las últimas cumbres regionales y que permitió avanzar sobre un Código Aduanero Común, medida a la que Uruguay se opuso durante el mandato de Vázquez. Otro punto de encuentro fue el respaldo oriental al reclamo argentino por los derechos de soberanía sobre las Malvinas y otras islas del Atlántico sur y el repudio a las medidas unilaterales por parte del Reino Unido, como las exploraciones hidrocarburíferas y los ejercicios militares que realizan en el área.
Sin embargo, más allá de los muchos acuerdos y logros obtenidos en la reunión de ayer, ambos mandatarios resaltaron que lo más importante fue haber restituido la “tradicional amistad” entre ambos países. “Hoy, vaya nuevamente nuestro saludo y nuestro agradecimiento a la presidenta Cristina por su amistad, y a través de ella al pueblo argentino. Yo vivo recordando a mis compatriotas que viven en la Argentina y que no se sienten extranjeros”, celebró Mujica con palabras que hasta hace un par de años hubiesen sido impensadas por la tensión que separaba ambas márgenes del río. CFK, en tanto, sostuvo que la visita de su par “significa la reconstrucción definitiva de la amistad con este pueblo” y ponderó “el valor del diálogo, del acuerdo, de superar diferencias y conflictos”. Tras casi un lustro de separaciones, la relación entre ambos países parece definitivamente reencauzada. Como concluyó el presidente uruguayo: “Va llegando la hora de darnos cuenta de que la suerte se juega con nuestros vecinos”.
Fuente: Página/12
Nota