Crónica de una imponente jornada de lucha de los trabajadores metalmecánicos
Por Fernando Rosso
PTS Cordoba
La jornada empezó temprano en la Ruta 9, donde los trabajadores de Iveco se autoconvocaron (con algunos de sus delegados) para cortar la ruta en rechazo al despido de los 42 compañeros contratados.
Cerca de 500 trabajadores realizaron el corte durante unas horas y votaron marchar en “caravana” a unirse a sus compañeros de Volkswagen que se movilizaban a la Secretaría de Trabajo de la provincia. Justamente a las 9 de la mañana, comenzó el “cese de tareas” de los obreros de Volkswagen y comenzaron a concentrarse para dirigirse hacia el centro a repudiar, en este caso, los cerca de 370 despidos que quiere realizar la multinacional alemana.
Las primeras peleas fueron para que salgan y paren todos en VW y para cortar efectivamente y luego marchar en Iveco, los "enviados" de la burocracia intentaban frenar, enlentecer, obstaculizar todo lo que se pueda, las tendencias a la unidad que se expresaban en la base.
Mientras tanto, los incansables jóvenes despedidos de Gestamp, volvían a juntarse frente a la empresa en Camino Interfábricas y discutían sumarse a la manifestación del resto de los mecánicos; lamentablemente en este caso, sin el apoyo de los delegados “títere” de la burocracia, que los abandonaron a su suerte a pesar de haberse ganado la simpatía de todos los cordobeses y de sus compañeros por su valiente pelea, que hoy es la de cientos de “eventuales” de todas las automotrices.
Se perfilaba una jornada “caliente” con los trabajadores de la industria más importante de la provincia, en la calle, efectivos y contratados movilizados en solidaridad con estos últimos, dos hechos inéditos en los últimos años, producto indudablemente de la crisis mundial que ya llegó a la Argentina y empieza a golpear duramente a los obreros de la rama metalmecánica.
También desde temprano, el gobernador Schiaretti, un empleado directo de las automotrices, previendo lo que se venía, comenzó a hacer declaraciones “contra” las terminales, recordándoles el sinfín de beneficios que les dio durante todos estos años. Es que además de las ganancias de las empresas, están los intereses del personal político que tiene que garantizar esas ganancias. Además, el próximo año hay elecciones y no se puede decir que el gobernador las tenga todas consigo. Después de tantos regalos millonarios a las multinacionales, Schiaretti les pide una “manito” para su proyecto político: por lo menos que paren los despidos por un tiempo.
Los cerca de 700 obreros de Volkswagen ya estaban frente a la Secretaría de Trabajo, cuando la colorida “caravana” de Iveco partía desde Ferreryra y recorría el centro de la ciudad recibiendo el saludo amistoso de cientos de personas, que reconocen la justeza de su reclamo. Algunos de los y las pibas de Gestamp se sumaban a la caravana y otros comenzaban a llegar a la Secretaría. No faltó el burócrata que, expresando el miedo que tienen estos funcionarios a los luchadores, se acercó a los primeros jóvenes de Gestamp para “advertirles” que “no vengan a hacer quilombo”, para recibir por respuesta un claro “venimos a unirnos a nuestros compañeros y a pelear por nuestro trabajo”. A las 13:30 hs. finalmente se produjo el encuentro esperado. La caravana de autos se había convertido en una combativa columna de jóvenes obreros de Iveco, que se frenó a media cuadra para recibir el saludo de sus compañeros. Y rápidamente irrumpieron en el centro de la concentración fusionándose con sus pares en un sólo grito:”ay, ay, ay, ay que risa que me da, si no vuelven los pibes que quilombo se va armar”. “Los pibes” son los que, despreciativamente, la burocracia y las empresas llaman “eventuales”, que para ellos es sinónimo de “descartables”. Sin embargo, para los obreros, “los pibes” ahora son sus compañeros, a los que hay que defender porque si hoy se los llevan puestos a ellos, mañana vienen por todos.
Y “pibes” también son los de Gestamp, que a esta altura ya son más de 30, algunos con sus familias y se cruzan en saludos y abrazos con el resto de los obreros. Y hacen “quilombo”, pero más “quilombo” hacen los de Iveco que, expresando el apoyo a los despedidos de Gestamp se preguntan e intrepelan a los demás: “adónde están, adónde están, los delegados del SMATA de Gestamp”. El objetivo está bien elegido, porque esos delegados son los que le soltaron la mano a los “pibes”. A esos pibes que hoy son protagonistas de una lucha ejemplar desde la pasada semana . Los burócratas, fácilmente identificables por su mirada desconfiada hacia todo lo que sucede, dan vueltas alrededor de la concentración. Y de repente se escucha “qué cagazo, qué cagazo, si no vuelven los pibes, se les viene el Cordobazo”. ¿Qué pasó, son todos “zurdos”? piensa el burócrata muy para sus adentros.
Cerca de las 14 hs. sale el Sec. General de SMATA que estaba en la audiencia con los directivos de Volkswagen y avisa que se pasó a un cuarto intermedio para el miércoles (es decir, no hubo ningún acuerdo), que ahora empieza la audiencia con Iveco y que mañana – martes – a las 16hs. será la audiencia con Gestamp. Esto último disgusta a un importante sector de obreros que increpan al grito de “que vengan ahora”. El burócrata maniobra y recalca que las tres empresas están “intimadas” a retrotraer los despidos y repite el cronograma de audiencias, se apura a comunicarles a los obreros del turno tarde de Volkswagen que tienene que volver a trabajar, ubicándose más en un rol de gerente empresarial que de dirigente sindical.
Delegados de ambas fábricas piden el micrófono y la burocracia se niega, entonces comienzan a gritar que había que hacer una asamblea porque “los pibes todavía están afuera, que entren todos y después discutimos”. La burocracia intenta callar las voces disidentes. Con maniobras, logran que se vayan unos cuantos de Volkswagen e imponen las negociaciones divididas por fábrica. Otros tantos se quedan un rato más, mientras los de Iveco esperan firmes el resultado de su audiencia. “Si no hay nada, como hicieron en VW, se pudre todo”, es el rumor que corre. Los incansables pibes de Gestamp, también se quedan a hacer el aguante a sus compañeros.
Cerca de las 19 hs. termina la larga reunión entre los directivos de Iveco y la burocracia. Empresarios, burócratas y funcionarios saben que afuera está el sector más combativo de los que se movilizaron en la jornada, salir con las manos vacías es sinónimo de suicidio. Finalmente, se informa que hay “conciliación obligatoria” con los despedidos adentro; en Iveco los “pibes” vuelven, junto a sus compañeros la semana que viene luego de las suspensiones de esta semana.
Es un triunfo parcial importante, una lucha por los contratados, que eran despedidos “normalmente” por las consultoras o por las mismas empresas; logra un paso parándole la mano a una multinacional como el grupo Fiat. Aunque con la fuerza que impusieron los obreros se puede imponer a todas las empresas y al gobierno que vuelvan atrás. Pero demostrar tanta fuerza y unidad de los obreros, no es peligroso sólo para los empresarios y el gobierno, sino y principalmente, para la burocracia que entregó todo durante estos años y le garantizó la división de los trabajadores a las multinacionales.
En la asamblea donde se informa la conciliación, un delegado de Iveco le aclara al Secretario General, Omar Dragún, que en Iveco están dispuestos a movilizarse si es necesario, el miércoles – como se había quedado en la asamblea de VW del sábado – si las empresas (WV, Gestamp y el resto) no vuelven atrás con los despidos. Sin mucha simpatía por el aviso, que sonó más bien a advertencia, Dragún responde que van a “evaluar y si es necesario van a movilizar”. Además los de Iveco dejan hablar a un representante de los pibes de Gestamp, que tienen su audiencia mañana y piden apoyo: un importante número de trabajadores comprometen su presencia.
La burocracia, está intentando desmontar la marcha que habían convocado para el miércoles, tienen miedo a que la jornada de hoy se repita “potenciada” e intentan “soluciones” parciales para no sacar a los obreros a la calle y no molestar a “su” gobernador Los “pibes” vuelven a Iveco, y la primera pelea es para que efectivamente entren; todavía el final está abierto en Volkswagen y en Gestamp. La pelea sigue y queda más que demostrado, en los primeros momentos de la crisis, que hay que sacarse de encima a esta dirección burocrática, más amiga del gobierno y de las empresas que de los trabajadores. En la importante jornada de hoy se demostró que los y las trabajadoras ya tonifican sus músculos para pelear por este objetivo.