Dice elcumpa:
(29-01-2011 03:21)elcumpa escribió: Te cuento que el presupuesto universitario pasó de $2572,5 millones en el año 2002 a $30.428,5 millones de pesos en el 2011. La lógica del reclamo presupuestario, viene desde el vaciamiento y reforma neoliberal, y tenía sentido en ese marco. Hoy queda el slogan
Brevemente quería dejar dos ideas elementales:
1) En primer lugar, si bien los números en el aumento del presupuesto que tirás están por encima de la acotación que voy a hacer, no obstante el argumento de los aumentos en pesos en salarios y obras públicas es uno de los más usuales en los discursos de autobombo que se hacen en todos los niveles del gobierno, pero que deja de lado el hecho de que el país está metido en un proceso inflacionario que adquirió un tono inercial del orden del 15% anual (una especie de "piso" del que no se puede bajar siquiera cuando cae la actividad, por la bola de aumentos que corren atrás de los precios). Esto significa que a los aumentos en el presupuesto en pesos debe descontarse la inflación acumulada para mantener la paridad de poder adquisitivo (PPA):
Por lo tanto, la inflación acumulada desde 2003 es de alrededor del 197%, lo cual implica que toda partida que haya aumentado en menor medida de hecho resulta más baja que en ese entonces. Para el caso que citás, la partida universitaria actual debería estar mínimamente en 7.631 millones de pesos; yo no sé de donde obtuviste los valores que tirás para 2011 (siempre que postiés cifras concretas, te aconsejo que cites la fuente) pero según esta nota fue de $10.298.938.090 en 2010 y sería de $13.257.551.979 en 2011:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1316570. Recurrí a un diario porque lamentablemente el sitio del Ministerio de Educación no permite obtener los ejercicios presupuestarios (para variar).
En cualquier caso, la mejoría existe y no resiste el análisis pesimista; pero está claro que un aumento real del 74% en 8 años es muy distinto a la "explosión" que supone un aumento del 1280% que presentás vos. Una cosa es una medida acertada tomada por un gobierno mediocre (que sucedió a uno pésimo), y otra es mostrar un dibujo fantástico de una supuesta realidad que no se traga ni mi primito.
2) Todos los análisis que podamos hacer sobre la gestión del gobierno (dejando de lado las discusiones ideológicas, en las cuales digo paso) requieren de datos confiables, que únicamente puede proveer un instituto de estadística de alcance nacional e independiente del poder político de turno. Una de las pocas instituciones del Estado que tenía una trayectoria prácticamente intachable, una que cumplía la función que acabo de mencionar, fue invadida por hordas bárbaras desde 2007 y nos dejó a merced desde entonces a ponderaciones más o menos serias de consultoras privadas y al termómetro inflacionario de la vida diaria, algo absolutamente precario, y que llena de ambigüedades y dudas lo que se pueda opinar. Así es que se puede seguir puteando y diciendo barbaridades alrededor de una fogata dentro de una cueva, con garrotes en las manos, porque cualquier análisis serio con números indiscutibles está prohibido desde la jefatura del Estado.
Saludos y perdón si desvirtué/aburrí